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A través del tiempo el desarrollo del lenguaje y su aplicación en la vida cotidiana llegó a ser una forma de expresión indispensable para el mundo, ya que lleva a cabo distintas funciones de gran importancia como lo es la comunicación tanto oral como escrita. Por esto es considerado relevante el hecho de educar a una sociedad en un ambiente lingüístico con el fin de formar a los estudiantes con la capacidad de comprender y utilizar el lenguaje correctamente. Al momento de escribir un texto, se debe tener en cuenta que su componente más importante es el párrafo, por lo cual es necesario tener presente los pasos para así lograr la construcción de un buen escrito que cumpla un objetivo en específico, que es comunicar claramente la(s) idea(s) del autor, donde la sustancia del mismo se encuentra implícito en las estructuras llamadas párrafos.
La sociedad ha estado ligada a una definición de párrafo algo errónea, sin darse cuenta de la gran variedad de posibilidades que posee para hacerlo. Fundamentalmente el párrafo en su interpretación más básica, consta de un bloque de palabras que tengan coherencia y enlace entre sí mismas (que da un sentido), basado en una idea principal que se apoya y complementa su sentido con ideas secundarias referentes al mismo tema, y respecto a estética finalizando con punto aparte e iniciando en mayúscula después de una línea de espacio. Sin embargo, no sólo se trata de escribir, sino cumplir un propósito comunicativo, y para esto los pasos que se presentarán a continuación te ayudarán a realizar correctamente un párrafo, como lo son la preescritura, dando un esquema general de las ideas; la escritura, que ya lleva un orden más estricto; y la reescritura que nos permitirán dar paso a unas últimas correcciones.
Si un buen párrafo quieres escribir, los siguientes pasos debes seguir:
Encuentra una explicación más amplia de cada paso en el otro blog que creamos para ti:
Después de reconocer los tres pasos fundamentales para cumplir la verdadera función del párrafo -comunicar-, se puede construir, junto a la imaginación del autor, magníficos escritos, que cautiven y llamen la atención del lector, satisfaciendo las expectativas del receptor, y cumpliendo la intención de quien lo escribe al transmitir su mensaje.